Los últimos días de febrero, un fin de semana,
fuimos de retiro a Pachacamac. Fuimos ocho seminaristas. Cuatro antiguos y cuatro nuevos. El Padre Wilmer nos acompañó los tres días. Fue una
bonita experiencia que nos ha ayudado a fortalecer nuestra fe y a estar más
decididos a seguir al Señor en esta familia religiosa. Pudimos disfrutar de
ratos de oración y al mismo tiempo compartimos gratos momentos con los hermanos del teologado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario